Una de las preguntas o inquietudes mas comunes y mas difíciles de explicar es Dios.

¿Donde está Dios? ¿como es Dios?
Dios está en todas partes, por que todo es Dios. Pero no debemos confundir al creador con su creatura.
Es muy fácil caer en el error de confundir al creador con su creación,
Vamos a tratar de hacer un ejercicio de imaginación. Dios es algo así como una masa de plastilina. En ella, el mismo Dios, dibuja árboles, peces, montañas, mares, hombres, etc, etc.
Bien, ahora, ese dibujo que es el hombre no debe ser confundido con Dios, porque aunque está dibujado sobre Dios él no es Dios.
Dios es, y su creación es a través de Él.
Aquí hay una sutileza muy importante. Siempre pensamos que somos, que todos somos, sin embargo el único que realmente es es Dios. Todos los demás somos a través de Él ya que somos su creación.

Los hindúes dicen, por ejemplo, que Dios es el que mira, lo visto y la idea, o sea, todo, no ha quedado nada afuera. También el Génesis dice Dios es el creador del cielo y de la tierra, cono lo cual la tierra es todo lo que está debajo del que está hablando, el cielo todo lo que está por encime del mismo, y de esa simple manera no hay nada que quede fuera, incluyendo el reino de los pensamientos, las fuerzas que rigen la materia, etc, las dos ideas son similares, Dios es todo.
Pero no por eso no debemos caer en el error de pensar que somos Dios, o como muchas veces se escucha , que Dios es el universo, cuando el universo es simplemente otra creación de Dios, y además, muy inferior a Él, por supuesto.

Los hindúes dicen que los universos son creados de las chipas del caldero de Brahama. Siendo Dios Brahama, se entiende que Dios es el creador de infinitos universos.

Esta idea, del Dios universo, ha calado en estos últimos tiempos, y prácticamente es un tremendo retroceso en la conciencia espiritual. Esta idea lo único que hace es volver a las ideas de ver en las fuerzas de la naturaleza que no podemos comprender a Dios. Como cuando se decía que el Sol era un dios, o la Luna, o las estrellas, o el viento, etc, etc, etc.
Esas ideas precarias de la divinidad ya deberían haber desaparecido. Son arcaicas y pertenecen a la época del politeísmo.

Es necesario que comprendamos que Dios es todo, omnipresente, omnisciente. O sea, está en todas partes y lo sabe todo. Obviamente, todo discurre en Él.
Pero a su vez, es como un padre amoroso y misericordiosos, al que podemos pedirle lo que necesitamos y con el que podemos hablar.

Por ello, el que cree en Dios nunca está sólo. Por supuesto, el que no cree tampoco está sólo, pero la diferencia es que uno lo sabe y el otro no.

De todas maneras comprender a Dios es comprender lo inconmensurable, y justamente por inconmensurable es que nuestra mente finita no lo puede abarcar.

Decía Lao Tse, si describes a Dios estás describiendo otra cosa. Así de difícil es.